Desde los
inicios de mi faceta de formador, allá por el año 1998, siempre me ha gustado
marcar con detalle las diferencias que existen entre los diversos tejidos
utilizables para la confección de un toldo.
Acrílico, poliéster,
p.v.c, polipropileno, micro-perforado, etc, son variedades útiles.
Y
lógicamente, con características técnicas y económicas diferentes.
Descartada
ya la utilización de tejidos llamados naturales, como el algodón, la fibra más
utilizada hoy en día es la acrílica.
De ella, y
de una manera básica, pero espero que
clarividente, os hablaré hoy.
Así lo he
venido haciendo durante más de 15 años, y la empatía recibida me apoya a seguir
utilizándolo.
La fibra
acrílica tiene sus orígenes en el petróleo. Mezclado con polipropileno y acrilonitrilo,
se obtiene una masa, con la
cual puede iniciarse el proceso para transformarla en floca, y, posteriormente, en hilo.
Este proceso
de transformación puede hacerse de dos modos:
- En seco,
mediante la inyección a presión de la masa en una cavidad llena de aire,
añadiéndole la centrifugación que nos generará la floca ( “nube de algodón”).
- En húmedo,
mediante también la inyección a presión de la masa pulverizada dentro de un
recipiente con agua.
Una vez
lavada, secada y prensada la floca , mediante un proceso tecnológico similar al
empleado con la lana, obtenemos las hilaturas largas y cortas, con las que se
constituirá, a través del trenzado, el hilo. Base primera para la tejeduría de
la lona acrílica.
El resultado
obtenido es un hilo de aspecto crudo, al que le podemos haber dado color
durante el proceso, en distintas etapas.
- Teñido en la
masa
- Teñido en la
floca
- Teñido en el
hilo.
Cuanto antes
hayamos incorporado el tinte, más solidez y durabilidad del color obtendremos. De
ahí que muchos fabricantes añadan a las características de sus tejidos la
definición: teñido a la masa.
En el
gráfico adjunto, podéis ver de una forma esquemática, todo el proceso, y sus
distintas opciones
Una vez
obtenido el hilo, se procede a tejer la lona final.
La tejeduría
empleada es la convencional de cruz, y que se puede ver claramente en la siguiente
imagen
DATOS IMPORTANTES
que pueden darnos la diferenciación entre distintos fabricantes.
Urdimbre Cantidad de hilos empleados por centímetro y
en sentido vertical.
Un urdimbre
de garantía debería estar sobre los 30 hilos por centímetro.
Tramado Cantidad de hilos empleados por centímetro en
sentido horizontal
Un tramado
de garantía debería estar sobre los 15 hilos por centímetro
Cantidades
inferiores a las indicadas, y espesor de hilo menor empleado, redundan en el
peso por metro cuadrado de la lona, y, en consecuencia en su precio y calidad.
A lo largo
del tiempo, la tendencia de estanqueidad de precio ha obligado a los
fabricantes a ofertar lonas que no
alcanzan los 300 gramos/m2. Deberíamos tener muy presente este dato a la hora
de seleccionar la idoneidad de utilización de los tejidos acrílicos
Acabado Para conseguir una buena respuesta a los distintos agentes
adversos ( hongos, humedad, suciedad, rayos UVA, etc) las lonas, una vez
tejidas, deben llevar los tratamientos adecuados, y especificados por el
fabricante.
Solidez de colorido. Además del teñido a la masa,
también es importante saber, sobre todo
en los colores lisos, si se ha utilizado para el tramado, hilo crudo sin teñir,
o hilo obtenido con el mismo proceso de teñido a la masa que el utilizado para
el urdimbre
Todos estos
detalles pueden ayudaros en vuestras ofertas y apoyar la garantía con la que acompañareis vuestras instalaciones.
Para “explorar”
a fondo las entrañas de un tejido, os basta con un aparato tan sencillo como
una lupa como la de la imagen, utilizada hoy en día en filatelia, etc, pero que
tiene sus orígenes precisamente en la confección. De ahí le viene su nombre: “cuenta-hilos”
Por el
momento, ya tenemos una base “científica” sobre las lonas acrílicas.
Seguiré otro
día con los demás tejidos
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