Así le llaman a este tipo de arquitectura de líneas rectas, grandes aperturas, volúmenes cúbicos....
La mayoría de los arquitectos que adoptan este modelo, lo hacen buscando el protagonismo en la luz, la transparencia, la visión, el espacio...
Muy lejos queda aquel estilo de paredes gruesas y ventanas pequeñas, con el fin de salvaguardar el espacio interior de los agentes atmosféricos externos.
Ahora imperan las grandes cristaleras. La construcción pasa a ser una servidumbre del individuo, de sus preferencias, de su comodidad.
Pero también podemos encontrar en este tipo de construcción algunos inconvenientes. Que pueden ser subsanados, por supuesto.
Es aquí donde intervienen los sistemas de protección solar.
Y es que, grandes superficies acristaladas generan amplitud y visión, pero también se constituyen en excelentes transmisoras de la luz y el calor externo.
Desgraciadamente, quienes nos dedicamos a sistemas de protección solar, nos queda mucho trabajo de comunicación con respecto a los autores del proyecto: a los arquitectos.
Cierto es que grandes fabricantes del sector, tanto en elementos estructurales como en tejidos, ya realizan jornadas de comunicación a todos estos nuevos profesionales que muy pronto estarán entre los arquitectos de prestigio.
Y también que mediante envíos periódicos, se mantiene informados a todos los colegiados de las novedades en el sector, así como de las ventajas de su inclusión en los proyectos que realicen.
Pero el arquitecto aún conserva cierta tendencia a no "emborronar" su fachada con sistemas de protección solar.
La fachada es el rostro de su creación, y el profesional diseñador huye de maquillajes o aderezos.
Sin embargo, y en favor de la practicidad y de la habitabilidad de las viviendas, durante todas las estaciones del año, desde aquí quiero romper una lanza en favor de las ventajas de ahorro energético, de intimidad, de comodidad...en definitiva, de control sobre la gestión del estado interior de la vivienda, de acuerdo con los deseos del usuario, que presentan los sistemas de protección solar
Todo sistema que se ubique en el interior de la vivienda, (detrás del cristal) tiene ya un elevado porcentaje de merma en su efectividad. Dado que estamos hablando de superficies acristaladas de grandes dimensiones, y, en consecuencia, transmisoras de luz y calor.
Sistemas de toldos verticales, guiados con cable, varilla o guía, por el exterior, ayudan ya a reducir notablemente el impacto de la energía solar sobre la citada superficie. Además ese modelo permite darle al proyecto el complemento de "una segunda piel" a la fachada. Consiguiéndose así, un efecto cambiante en la imagen que pueda presentar según el momento del día
Y existen en la actualidad, gran cantidad de modelos de toldo que pueden integrarse perfectamente en el aspecto de la fachada, acorde con sus líneas minimalistas y rectilíneas.
Hasta podemos aconsejar algún modelo que se integra perfectamente en el propio interior de la fachada.
NO hay que esperar pues a que nos lo den todo hecho. Aún nos queda un largo camino por recorrer.
La protección solar permite gestionar energías gratuitas, y aumentar el confort acorde con los requerimientos del usuario.
Trabajemos con ahínco en divulgar la información de sus productos
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